Las comisiones nacionales de Garantías y Vigilancia (CNGV) y Electoral (CNE) del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tenían hasta ayer más de 70 impugnaciones contra los resultados de la elección interna para candidatos a diputados locales y jefes delegacionales.
Con el fin de dar agilidad a los procedimientos y ante lo limitado de los tiempos, ya que las impugnaciones deberán ser resueltas 10 días antes de la fecha del registro de candidatos ante el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), el 10 de abril próximo, se acordó que la CNE también recibirá recursos de impugnación.
Por la tarde, precandidatos de Nueva Izquierda (NI) en Miguel Hidalgo, acompañados por alrededor de un centenar de personas, acudieron a entregar sus expedientes a la sede de la CNGV –órgano donde esta misma corriente es mayoría–, ubicada en la calle Bajío, Colonia Roma, a cuyas puertas arrojaron bolsas con basura, estrellaron un par de huevos contra el edificio, ataron un par de escobas y un recogedor a los barrotes de una de las ventanas, y en la otra colgaron una despensa.
Aquí están las armas para limpiar limpiar la elección, arengaban por un megáfono Óscar Murguía, quien perdió la candidatura por el distrito nueve local, y Víctor Delgado, quien perdió en el 10 federal. Denunciaron la entrega de despensas, compra votos y exigieron que el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, saque las manos de la elección.
Para otros, la disputa por las candidaturas no se quedará en el terreno de lo electoral, sino que tendrá el cobro de algunas facturas, como en el caso de Tláhuac, donde Rubén Escamilla, de Izquierda Unida, quien ganó para contender por la jefatura delegacional, y Alejandro López Villanueva, quien será candidato a diputado local por el distrito 35, ya anticiparon que una vez en sus respectivos cargos echarán atrás los cambios que promovió su contrincante de Nueva Izquierda, el diputado Edy Ortiz Piña, al programa de desarrollo delegacional.
La Jornada
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