6 de noviembre de 2008

Ceremonia Funebre en Campo Marte


El día de hoy, a las 9 de la mañana, Felipe Calderón encabezó una ceremonia funebre por Juan Camilo Mouriño y los otros 7 funcionarios que perdieron la vida el 4 de Noviembre. El evento se realizó en el Campo Militar Marte.
El titular del Ejecutivo Federal reiteró que su Gobierno hará todo lo posible para esclarecer la situación y afirmó que él es el primero interesado en que la verdad surja. Calderón dedicó la mayoría de su discurso a su amigo Juan C. Mouriño aunque también nombró al resto de los fallecidos. Asimismo, encomia el valor político de Mouriño y defiende sus acciones y su labor frente a la SEGOB.
La ceremonia fúnebre congregó al presidente de la República y a su esposa, familiares de los fallecidos, miembros del gabinete presidencial y ampliado, así como a los presidentes de ambas Cámaras Legislativas, ministros de la Corte y los presidentes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y del Instituto Federal Electoral.

También acudieron los dirigentes nacionales de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes; Acción Nacional (PAN), Germán Martínez; de la Revolución Democrática (PRD), Guadalupe Acosta; Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge Emilio González; Nueva Alianza, Jorge Kahwagi, y Alternativa Socialdemócrata, Jorge Díaz Cuervo.

Otros de los asistentes fueron los empresarios Emilio Azcárraga y Bernardo Gómez, así como Carlos Romero Deschamps, Diego Fernández de Cevallos, Elba Esther Gordillo, José Narro Robles, Emilio Alvarez Icaza y el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon.

Además los gobernadores del estado de México, Enrique Peña Nieto; Hidalgo, Miguel Osorio Chon; Michoacán, Leonel Godoy; Veracruz, Fidel Herrera, así como la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanis.
En la noche anterior, en una funeraria ubicada en la Col. del Valle se dieron cita la elite política para el velorio de Mouriño y de otros tres funcionarios. Al lugar arribó Felipe Calderón y su esposa; la presidenta del INM, Cecilia Romero; el Senador Alejandro Zapata; los subsecretarios de Gobernación y funcionarios de la misma dependencia, el Obispo Antonio Chedraui, el Cardenal Norberto Rivera, los Gobernadores de México, Campeche y Baja California; los coordinadores del PAN en el Congreso; Carlos Navarrete, Graco Ramírez y Jesus Ortega del PRD; Rafael Ochoa del SNTE, Germán Martínez entre muchos otros.

Sin embargo, al escuchar el discurso de Felipe Calderón uno nota que es carente de sustancia, pero mantiene un alto número de adjetivos. Calderón alude 5 veces la lealtad de Mouriño, su amor a México (3 veces), su sensibilidad política (3 veces), su eficacia (3 veces), su inteligencia (2 veces), su visión estratégica (2 veces) y su capacidad y disposición al dialogo (7 veces).

“Soy el primer interesado en que surja la verdad y se esclarezcan las causas de estos hechos”, dice el Calderón, antes de los adjetivos. En esa línea se ha mantenido desde su primera declaración. A Luis Téllez, vocero de ocasión del gobierno federal, le ha correspondido fortalecer la hipótesis del accidente, incluso deslizando a los medios el posible “error humano”.

No se alude, en las explicaciones oficiales ofrecidas hasta el momento, a las fallas en la seguridad que comenzaron a ser señaladas desde que ocurrió el accidente. Pero mientras Téllez va ofreciendo pruebas de un “accidente”, el presidente Calderón se niega a darle ese nombre y destacados panistas sugieren la posibilidad de un atentado por la vía de insistir en la investigación a fondo.

“Están en un doble juego: Luis Téllez machaca la versión oficial del accidente y el Presidente y los panistas juegan con la posibilidad de un atentado. Quieren su Colosio para 2009”, dice un legislador priísta, pescado al término del acto mientras espera su automóvil.

Puede ser, admite el priísta, que como dice Germán Martínez, Mouriño haya sido el “arquitecto del triunfo electoral” de Calderón, pero el discurso presidencial lo quiere convertir también en pieza clave de la reforma de Petróleos Mexicanos. “No fue un actor relevante en esa reforma”, remata el legislador, en alusión a los ya célebres contratos familiares que inhabilitaron políticamente a Mouriño para negociar el tema energético.


Con información de La Jornada, el Universal.

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