El pasado 4 de Junio fue secuestrado Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, aunque el rescate fue pagado, el joven fue asesinado. Esta acción ha desencadenado diversas reacciones de la sociedad y el gobierno. Felipe Calderón presionado por los grupos empresariales criticó fuertamente a la inseguridad nacional y envio una nueva propuesta al Congreso para imponer más mano dura. Organizaciones sociales de dudosa procedencia han levantado la voz, muchas de ellas por primera vez, y han convocado a una marcha a finales de mes, una marcha que cubre a organizaciones de la ultraderecha como el Yunque. Es triste que haya sido necesario que el hijo de poderoso empresario mexicano fuera secuestrado y muriera para que las autoridades se percataran del peligro que el secuestro representa. ¿Cuanta gente no ha sido secuestrada y asesinada y los organos de seguridad pública ni cuenta se han dado? Las cifras oficiales son en lo que va del año 314 secuestros denunciados, de los cuales 136 han sido atendidos por la policia federal. Estas cifras son exorbitantes y debemos aclarar que no estan incluidos los secuestros que no se denunciaron. Organizaciones no gubernamentales han argumentado que en 2007 hubo 7000 secuestros en México lo que nos ha posicionado como el país numero uno en secuestos solo seguido por Irak. Se debe actuar, pero no sólo por la tragedia que sacudió a la familia Martí sino por todas las personas que han sufrido esta tragedia. También se ha demostrado que el gobierno calderonista es incapaz de controlar la crisis de inseguridad, el Congreso le acaba de aprobar su Reforma Constitucional en materia de Justicia Penal y Seguridad Pública que debio de ser suficiente que incluso es excesiva ya que violenta derechos fundamentales. Pero Calderón y sus estrategias son incompetentes, esperemos que en el Consejo Nacional de Seguridad Pública se llegue a un acuerdo que beneficie a todos y no a las exigencias dementes y fascistas de la ultraderecha.
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